Se derrumbó la superficie dedicada a garbanzo en la provincia de Córdoba: según la estimación de la Bolsa de Cereales de Córdoba en la provincia se habrían sembrado casi 6.800 hectáreas en esta campaña en curso 2014-2015, un 56% menos que el año pasado, cuando se implantaron 15.379 hectáreas. El garbanzo fue perdiendo posiciones después de haber alcanzado un alto nivel de expectativa entre los productores cordobeses, con un pico de superficie de 38.500 hectáreas en el ciclo 2012/2013.
Las principales causas de disminución del área a sembrar en el territorio cordobés se asociaron a bajos rindes obtenidos en la campaña anterior (2013/2014), dificultades en el manejo, plagas y enfermedades. Además, los productores volvieron a optar por el trigo, como queda demostrado en la otra parte del Reporte.
Igualmente, la escasez de semillas de buena calidad y la complejidad en la comercialización, son entre otros los factores definitorios para que el cultivo de garbanzo quede acotado a aquellos productores que tradicionalmente producen esta leguminosa invernal en Córdoba.
Nota del Editor
En una de las Jornadas de la Bolsa de Cereales y AGROVERDAD, el 31 de marzo de 2011, dándose acogida al interés que había comenzado a despertar el garbanzo -en paralelo que cundía con el desánimo que causaba la política triguera del gobierno- se incluyó una conferencia que tuvo el propósito y la orientación de dimensionar el mercado de esta leguminosa.
Se invitó a uno de los principales referentes en el cultivo en Córdoba, Markus Braun, quién ya en esa ocasión, precisó que la producción mundial rondaba entonces los 11 millones de toneladas y el comercio internacional poco más de un millón de toneladas.
En 2012, todavía con el interés en ascenso, se indicó que Argentina podría aspirar a una porción de ese intercambio pero que tenía enfrente a duros competidores.
En suma, la idea que se quiso transmitir a través de las Jornadas fue que había que medir muy bien los pasos a dar.
El Reporte de la Bolsa viene a certificar que se interpusieron escollos que, al menos en Córdoba, se tornaron difíciles de sortear. Una demostración más de que no hay que dejarse llevar, así como así, por las “olas”.
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