viernes, 29 de marzo de 2024
Buscar

<<Volver al Inicio

Similitudes y diferencias entre los productores argentinos y de EE.UU., según Salvador Di Stefano

A los “farmers” de Estados Unidos, no obstante tener en ciernes una cosecha récord, tampoco les cierran los números. Los precios se le cayeron al productor argentino pero también al norteamericano. Ahora, ¿qué hacen distinto?. Esto nos lo cuenta Salvador Di Stefano, que acaba de terminar su viaje por los estados agrícolas de Estados Unidos y la Bolsa de Chicago. ¿Si nadie está ganando dinero con el campo (en EE.UU.), ¿Por qué se volverán a sembrar las hectáreas que ya se sembraron en América Latina?. Si las materias primas agrícolas están tan baratas ¿China no comenzará a acopiar mercadería?. Son interrogantes que se plantea Di Stefano. Que reitera algo que ya nos anticipara hace unos días: “no nos parece que estemos tan lejos del piso (en materia de precios)”.

Precios en picada
El buen clima en Estados Unidos ayudó a que el potencial productivo emergiera a pleno. El maíz y la soja alcanzarán cosechas récord. Atrás quedaron los precios de U$S 580 para la soja o más de U$S 200 para el maíz. El mercado nos devuelve U$S 395 para la soja y U$S 140 para el maíz (En Estados Unidos). Da ganas de llorar, pero no me afloje, siga leyendo.
Estos precios, dejan margen negativo para el hombre de campo en Estados Unidos, pero no lo decimos nosotros, nos lo dijeron en Dekalb la asociación de productores de la región del Estado de Illinois.
Por ser altamente cabezas duras y desconfiados, visitamos la finca de un productor de la región, que no era piamontés, venía de descendientes ingleses. Los fríos números dicen que este año, los productores estadounidenses perderán dinero, pero déjeme que se lo explique un poquito mejor.
Una diferencia
Los números en Estados Unidos son negativos, pero la gran diferencia con Argentina es que para armar el resultado de la campaña, se toman en cuenta las amortizaciones. En el caso de un campo en el cinturón maicero de Estados Unidos, la hectárea se ubica en torno de los U$S 25.000. La amortización del campo más los equipos ronda los U$S 750. Si sale derecho con los ingresos versus los costos, financieramente le quedan los U$S 750, que no es ganancia, se está comiendo el capital.
Pre no pos
El productor americano no especula pos cosecha, lo hace antes. Por ende, cuando ve un precio atractivo, trata de ir vendiendo en los mercados de futuros. Es el caso del campo que visitamos, tenía vendida el 65% de la cosecha de maíz de este año y el 25% de la cosecha de soja de la campaña 2015: no la había sembrado y ya estaba vendido. Tampoco sabía si sembraría soja, a lo mejor compraba el futuro y se quedaba con la utilidad.
Alquileres: igual de caros
En Estados Unidos alquilan la tierra igual que Argentina, el costo es de U$S 625 la hectárea, los problemas son igual que aquí, los alquileres están muy caros.
El productor norteamericano vive en el campo, la operación la lleva adelante él mismo, acompañado por dos empleados, maneja 1.250 hectáreas, de las cuales 650 hectáreas son propias y el resto alquiladas.
Otra diferencia
El agregado de valor es hacer carne; (el productor) compra animales con 400 kilos y los lleva a 600 kilos. Trabaja todo el año, no tenía pinta de conocer Chicago, amaba su campo y sus maquinarias.
Los tractores y cosechadoras los compraba usados y tenía un capital no menor al millón de dólares en maquinarias.
El campo estaba impecable, los maíces impresionantes, las vacas no hacían olor hacia la casa, un sistema de ventilación y rejillas con camas de profundidad de 3 metros alejaban el mal olor de los animales. Vivir 365 días del año, lejos de la ciudad, siempre en el campo, con el silencio eterno de estar aislado, con 4 meses del año con muy bajas temperaturas y trabajar muy duro con solo dos ayudantes, no parece muy glamoroso, más bien es un héroe.
Al productor no le falta nada en su casa, su vida está atada al campo, todo lo mide para sacar un beneficio que le mejore la renta final. Nos recibió un sábado a la tarde, estuvo con nosotros más de dos horas, recibirá una paga por su trabajo, que le ayudará a mejorar el resultado final de la finca. Así y todo, cree que este año, perderá dinero, y viene de un año atrás, en que salió derecho.
¡Animo, piamonteses!
¡Animo!, los piamonteses no estamos solos en el arte de quejarnos.
Los precios de los campos en Estados Unidos están elevados, y con los márgenes tan bajos que tiene el campo y este año negativo, es imposible comprar una hectárea más de tierra.
Los problemas de Estados Unidos son similares a los de aquí. El que tiene campo no lo vende, los precios se mantienen altos, y la única forma de acceder a la tierra es si tus padres tienen tierra, o bien te casas con alguien que su padre la tenga.
Resumen
Esta es la primera parte del viaje. Antonio Ochoa nos mostro lo mejor de la Bolsa de Chicago y nos dio el empuje que necesitábamos para seguir en la lucha. Quedamos deslumbrados con las vivencias en las fincas de Estados Unidos, y con la asociación de productores de la región maicera.
En lo personal, pienso, si nadie está ganando dinero con el campo, ¿Por qué se volverán a sembrar las hectáreas que ya se sembraron en América Latina? Si las materias primas agrícolas están tan baratas ¿China no comenzará a acopiar mercadería? La demanda de materia prima de suministros, ¿No comenzarán a aumentar sus stocks ante tan buen negocio?
Conclusión
No nos parece que estemos tan lejos del piso. El viaje continua, y esta nota también. To by continued, desde el Farm Progress, pero en otro momento.

 

Un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas noticias